El sistema linfático es un conjunto de glándulas y conductos que producen y transportan la linfa desde los tejidos de todo nuestro cuerpo hasta el torrente sanguíneo. Esta estructura anatómica es de gran importancia para nuestro sistema inmunológico.
Está considerado por muchos médicos como el segundo sistemas de transporte más importante del cuerpo solo tras el sistema sanguíneo. Su posición en el cuerpo es muy superficial. Se sitúa muy cerca de la superficie de la piel. Su conexión con el sistema circulatorio es primordial para el buen funcionamiento del “retorno”.
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Breve historia del sistema linfático
Resulta curioso que teniendo tanta importancia en nuestro cuerpo el sistema linfático haya sido hasta hace poco tan desconocido. Aunque filósofos griegos y romanos tenían la “sospecha” de su existencia no fue hasta 1637 que Thomas Bartholin realiza el primer estudio serio sobre el tema y lo llama: “sistema natural de limpieza del organismo”.
En 1651 Jean Pecquet realiza un gran descubrimiento: un conducto torácico con un receptáculo al que se le conoce como “Cisterna de Quilo” o “Cisterna de Pecquet”. Este órgano recibe la linfa de todo el cuerpo.
En los años 20 y 30 del siglo pasado un matrimonio danés Emil y Estrid Vodder, comenzaron a observar la inflamación en los ganglios linfáticos de sus pacientes. De manera Intuitiva comenzaron aplicar leves masajes sobre las zonas inflamadas. Las mejoras en las enfermedades de sus pacientes fueron sorprendentes. Crearon el masaje de drenaje linfático manual.
En al actualidad el masaje linfático más conocido por su eficacia e inmediatez es la presoterapia. Cuenta ya con muchos más estudios científicos e investigaciones que lo avalan.
Veamos lo más importante de este sistema de transporte interno del cuerpo tan importante para el ser humano:
FUNCIÓN DEL SISTEMA LINFÁTICO
La principal función del sistema linfático es limpiar nuestro cuerpo de sustancias de desecho mediante la linfa. Así eliminamos toxinas, residuos, células sanguíneas muertas, patógenos y otros productos recogidos en los espacios intersticiales.
Este sistema también mantiene el equilibrio de los líquidos corporales lo que se conoce como equilibrio osmolar.
Además, cumple la función de defensa del cuerpo frente a las infecciones. La linfa se compone principalmente de linfocitos (glóbulos blancos) actuando como barrera en todo el cuerpo cuando aparece una infección. Activa el sistema inmunitario en caso de emergencia.
PARTES O COMPONENTES DEL SISTEMA LINFÁTICO
- Linfa: es un líquido blanquecino compuesto por glóbulos blancos especialmente linfocitos y quilo (proteínas y grasa) proveniente de los intestinos.
- Capilares linfáticos: encargados de absorber el líquido intersticial y formar la linfa. Son pequeños vasos que forman redes linfáticas o plexos alrededor de las células o tejidos.
- Vasos linfáticos: son los conductos por los que se transporta la linfa. Muy parecidos a las venas. Se forman de tejido conjuntivo y unas válvulas en las paredes que impiden el retroceso. Los vasos linfáticos convergen en dos troncos principales: conducto linfático derecho y el conjunto linfático torácico.
- Ganglios linfáticos: son agrupaciones de tejidos linfáticos interpuestos entre los vasos linfáticos y los troncos colectores. Tiene la función de filtrar la linfa y añadir linfocitos y macrófagos. Las principales zonas donde se encuentran son: área cervical, zona inguinal y femoral así como el área axilar.
- Órganos linfáticos: principalmente la médula ósea, el bazo y el timo. Estos órganos formados por tejido linfoide se implican en la formación de linfocitos B y T.
ENFERMEDADES DEL SISTEMA LINFÁTICO
- Linfadenopatía: consiste en la inflamación de un vaso o grupo de vasos linfáticos. Son consecuencia de una infección en el cuerpo e indican que el sistema linfático está actuando. Por ejemplo, los ganglios linfáticos del cuello pueden hincharse cuando tenemos una infección en la garganta.
- Linfadenitis: inflamación de los ganglios linfáticos a causa de una infección bacteriana del tejido ganglionar. Causan hipersensibilidad en la piel y enrojecimiento.
- Filariasis: es la consecuencia de una infección parasitaria y causa la insuficiencia linfática.
- Esplenomegalia: es la inflamación de un órgano linfático consecuencia de una infección viral. Como la mononucleosis con el bazo.
- Amigdalitis: causado por la infección de las glándulas de las amígdalas.
- Linfoma: es como en la medicina se denomina a los diferentes cánceres que pueden aparecer en el sistema linfático.
- Linfedema: Se produce cuando el sistema linfático no puede realizar correctamente sus función de drenar la linfa. Esto causa acumulación de líquidos y entumecimiento. Existen dos tipos de linfedema.
1.- Linfedema primario: los vasos linfáticos se alteran o desaparecen sin causa aparente. Se considera enfermedad congénita. Puede aparecer en la adolescencia, o edad adulta. Es causa de acumulación de líquidos e hinchazón.
2.- Linfedema secundario: consiste en una insuficiencia linfática regional adquirida.Las causas más comunes son un traumatismo, operaciones (como la mastectomía), o infecciones muy severas. Como consecuencia la hinchazón y acumulación de líquidos en la zona suele ser constante y hasta dolorosa.
CUIDADOS DEL SISTEMA LINFÁTICO
Sobran los motivos para cuidar del sistema linfático. No solo es fundamental para eliminar líquidos, toxinas y sustancias de desecho o activar el sistema inmunológico. Además, la inflamación por su mal funcionamiento puede ser muy dolorosa y hacer nuestros días muy pesados.
Pero tenemos muy buenas noticias. Te vamos a compartir los consejos infalibles para cuidar del sistema linfático así como prevenir y tratar los problemas que puedan aparecer.
1.- Toma mucha agua.
“Linfa” significa agua dulce. Y es que no hay nada mejor que tomar agua para poner a funcionar el sistema linfático. Estamos hablando de un sistema de ductos comunicados y cuanta más agua natural sin gas tomemos más aseguramos que al eliminar el agua arrastramos y eliminamos toxinas y otras sustancias que lo puedan obstruir.
Evita la cafeína, bebidas carbonatadas o industriales y el alcohol. Puedes sustituirlo por agua con limón y jengibre o té verde a diario. El agua de jamaica puede ayudarte mucho, pero no abuses. 2 veces a la semana es lo recomendado.
2.- Más frutas y verduras, menos comida chatarra.
Las frutas y verduras son los mejores aliados antioxidantes. Te ayudarán a eliminar radicales libres y toxinas. Las toxinas son las principales culpables de la obstrucción de los conductos linfáticos y su mal funcionamiento. Por contra el la comida chatarra y enlatada suele contener muchas toxinas.
Los cítricos, brócoli, boniato, sandía, jitomate y todas las hojas verdes son potentes antioxidantes.
3.- Activa tu cuerpo: haz ejercicio
La mejor forma para favorecer el movimiento de la linfa es mover los músculos. Recuerda que los vasos sanguíneos se favorecen de la actividad del corazón pero el sistema linfático no tiene un órgano concreto con dicha función.
Se recomienda hacer ejercicio aeróbico que implique mover todo el cuerpo. La natación o la elíptica son ideales para cumplir este objetivo. Caminar ligero también es recomendable.
5.- Presoterapia.
Quizás la manera más rápida, efectiva, eficaz y placentera de cuidar el sistema linfático. Es una masaje linfático por presión con aire en puntos claves de la piel que favorece el movimiento de la linfa y la eliminación rápida de toxinas. La presoterapia es altamente eficaz para tratar los linfoedemas. Desaparece la hinchazón rápidamente. Esta moderna técnica surgió en USA en los 70 y se ha ido perfeccionando con el tiempo. Inspirada desde sus orígenes en el drenaje linfático creado por el matrimonio Vodder.
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