El acné es una afectación de la piel que aparece fundamentalmente en periodos de cambios hormonales. La mayoría de las veces presenta lesiones cutáneas como pápulas, pústulas o incluso comedones o nódulos. La mayoría de las veces tiende a desaparecer con el tiempo aunque existen casos severos que se prolongan hasta edad muy adulta.
La Secretaría de Salud del Gobiernos de México identifica esta afección como el problema dermatológico más común entre la población adolescente. En su página web advierte que acné puede ocasionar, además, afectaciones emocionales como la depresión o la baja autoestima.
Se calcula que el 70% de los adolescentes en México sufren de esta afectación. Afortunadamente a los 25 años de edad suele desaparecer dejando solo algunas señales en aquellos casos de tipo de acné severo o en quienes no lo trataron debidamente.
Sin embargo se observa un aumento en la edad de remisión del problema en los últimos años. Se estima que el 5% de los hombres adultos y el 12% de las mujeres continúan sufriendo de acné. Dato curioso siendo los varones quienes más sufren de esta afección en la adolescencia.
El Dr. Markus Reinhold, dermatólogo, señala que: “El acné puede suponer una carga posológica enorme. Llega a ocasionar que los afectados sufran ansiedad, vergüenza y estigmatización”. Esto ocurre la mayoría de las veces por un profundo desconocimiento. Tanto de quien lo padece como de quienes socialmente le rodean.
Por eso vamos a intentar aclarar algunos mitos y despejar algunas dudas sobre este tema.
Índice de contenidos
¿QUÉ ES EL ACNÉ?
Fundamental para combatirlo es conocer primero qué es el acné. El acné es un comportamiento disfuncional de las glándulas sebáceas (en exceso) y de la piel en su proceso de eliminación de las células muertas de la superficie de la piel. Este funcionamiento incorrecto ocasiona el hábitat perfecto para algunas bacterias, como el Propionibacterium acnes.
Por partes:
Los folículos pilosos de la piel, los poros, contienen glándulas que producen sebo para la lubricación del pelo y de la misma piel. Habitualmente lo hacen en las proporciones adecuadas. Pero existen periodos de crecimiento y cambios hormonales (adolescencia, periodo menstrual) en que las hormonas sobre estimulan a las glándulas. Las glándulas pueden hacerse “hiperactivas”.
Cuando hay un exceso de sebo y demasiadas células muertas de piel, los poros se obstruyen. Determinadas bacterias aprovechan esta situación para reproducirse a gran velocidad cuando se quedan atrapadas en el poro obstruido. La piel comienza a hincharse y a enrojecer. Así comienza el acné:
- Cuando el poro se obstruye y sobresale de la piel es el denominado punto blanco.
- Si el poro se obstruye pero permanece abierto, la superficie tiende a ponerse negra. Es la espinilla o punto negro.
- Cuando la pared del poro se abre y deja que el sebo con las bacterias y las células de piel muerta se abran paso bajo la piel se producen los denominados granos rojos. A veces la punta de estos granos es blanca como reacción del cuerpo a la infección.
- En algunas ocasiones los poros se abren en niveles muy profundos de la piel, dando lugar a bultos infectados, quistes o nódulos. Estos suelen ser muy dolorosos. Se dan en los casos graves de acné. También se llaman comedones cerrados.
Es importante tener en cuenta que los cuatro puntos anteriores no se dan en todos los casos. Casi todos hemos tenido espinillas y puntos negros en algún momento de nuestra vida. Es fundamental detectar cuando los granos son más de los habituales o comienzan a ser dolorosos. Es el momento de acudir a un dermatólogo de confianza y comenzar algún tipo de tratamiento tópico.
CAUSAS DEL ACNÉ
Cuando se habla de causas del acné en realidad hay una fundamental: la obstrucción de un poro por exceso de sebo. Como hemos explicado arriba, una bacteria encuentra en ese estado su hábitat ideal de reproducción. Siendo esta la causa principal del acné, existen una serie de condiciones o factores que lo pueden propiciar, ocasionar o empeorar, como:
- La cuestión genética es muy importante. Cuando ambos padres han sufrido de acné es casi inevitable.
- Los cambios hormonales como la adolescencia, la menstruación, el estrés, algunos métodos anticonceptivos orales como la píldora.
- Algunos cosméticos o productos de higiene personal para cabello graso.
- Fármacos que contiene esteroides, estrógenos, fenitoina o testosterona.
- Falta de hábito de limpieza del rostro.
- Exceso de sudoración.
TRATAMIENTO PARA EL ACNÉ
Un tratamiento para el acné debe tener en cuenta diferentes factores. El tema es conocer realmente para qué sirven los diversos métodos y cuáles son los realmente eficaces a corto y largo plazo. En fundamental que optemos por un tratamiento que sea amable con la piel. Que nos ayude a lucir mejor pero también a tener una piel sana.
Los tratamientos para el acné pueden ser desde tratamientos tópicos a quirurgicos. Dependiendo de la gravedad de la afectación. En el punto medio nos podemos encontrar con algunos tratamientos alternativos no invasivos que cada vez ganan más fuerza por sus resultados y eficacia probada.
Los tratamientos tópicos suelen consistir en exfoliantes. Estos ayudan a retirar las células muertas que obstruyen el folículo piloso. Y algunos además intentan moderar o retirar la mayor cantidad de sebo en la zona. Estos tratamientos suelen tener pequeñas concentraciones de azufre elemental, ácido glicólico o retinoides.
La cuestión con los tratamiento tópicos es que no llegan a solucionar el problema de raíz. Y el exceso de su uso o concentración de las sustancias mencionadas puede terminar dañando mucho la piel.
Dependiendo de la gravedad de la afectación algunos doctores optan por tratamientos con medicamentos. Estos medicamentos suelen contener: fosfato, clorhidrato de clindamicina o eritromicina base, entre otros.
Los tratamientos quirúrgicos son los menos habituales de todos. En algunos pacientes es necesario realizar un drenaje de los quistes y eliminar mecánicamente los comedores. Estos son casos muy graves de acné. No representan un porcentaje alto de quienes hemos padecido alguna vez esta afectación.
En los últimos años ha aparecido la crioterapia como uno de los tratamientos de belleza más efectivos contra el acné. Se han encontrado resultados asombrosos para cualquier tipo y etapa de acné. Consiste en la aplicación de un frío intenso (-90ºC) y seco en la superficie de la piel. Su eficacia radica en que trabaja con las causas directas de la afección. Consigue matar las bacterias causantes de la infección y las glándulas sebáceas regulan su producción de sebo. Además no es un método invasivo.
En un estudio reciente de la Universidad de Monterrey consta una mejora sorprendente en las lesiones de acné inflamatorio desde la primera aplicación. Todos los sujetos en el estudio exhibieron una reducción importante de sus lesiones desde la primera sesión y ninguno observó eventos adversos.
¿CÓMO PREVENIR SU APARICIÓN?
Realmente no existe una manera probada y eficaz sobre cómo prevenir el acné. Pero sí una serie de hábitos relacionados con acné que nos pueden ayudar a disminuir sus efectos.
- Limpiar la superficie de la piel dos veces al día. De este modo ayudaremos retirando el exceso de grasa en la zona y de células muertas que obstruyen los folículos piloso.
- Secar la piel palpando, nunca frotando. Debemos evitar irritar la piel de la zona afectada por el acné.
- Aplicar productos de cuidado personal no grasos. Los productos grasos pueden empeorar el acné ya existente. Muchos especialistas recomiendan productos con leves concentraciones de ácido salicílico o peróxido de benzoilo en acné avanzado.
- Evitar que la sudoración tapone los poros: bañarse después de hacer deporte. Evitar las saunas.
- Procurar que el cabello no toque la zona afectada.
- Nunca tocar los granos o las lesiones.
- Aunque existe algo de discrepancia al respecto, muchos especialistas recomiendan reducir al máximo los alimentos como: panes (grasas saturadas), mariscos, carne de puerco, marisco, alcohol, o los quesos fuertes.
- Evitar el estres.
- No compartir productos de limpieza personal, toalla, cremas, etc.
La crioterapia facial es rápida, eficaz y no invasiva. En una sesión placentera de 8 minutos puede lograr mejoras muy significativas. Ahora tiene fácil probar este método en CRYOmx. No espere más y agende su prueba.